Uno de los mayores pederastas evangélicos del mundo, se encuentra tras las rejas en una cárcel de los Estados Unidos. Por boca del propio Joaquín Nasson se escuchó la aceptación de culpabilidad por el delito de abuso de menores de edad. Inmediatamente la cúpula del poder clerical de la Iglesia de la Luz del Mundo se hizo cómplice de este depredador sexual, como lo llamó el propio juez que llevó su caso. Sus dirigentes pretenden tapar el Sol con un dedo ante una evidencia a abrumadora y, de paso, convierten a su borreguil feligresía en cómplices de un sujeto que se dejó llevar por sus impulsos y deseos más viles.
Desde luego que las víctimas de abuso por parte del supuesto “Apóstol de Dios”, son la parte más olvidada. Su valentía para denunciar se vio socavada por artilugios legales y tretas de abogados bien pagados, que buscaron a toda costa que el líder evangélico mexicano no tuviera cadena perpetua.
Sin embargo, ante esta situación, la dirigencia de la Iglesia de la Luz del Mundo ni suda ni se acongoja, al menos en nuestro país no hay la más mínima intención de realizar una investigación a esa iglesia. Total, la 4T hasta le dio facilidades para celebrar su cumpleaños poco antes de dormir en chirona.
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