De esa forma, sus adversarios políticos no tendrían manera de optar más que a la ley torcida de unos jueces que se han hecho notorios por su servilismo. El gobernador lamenta que se tuerza la justicia federal, insultando con esto a los jueces de mayor instancia que le han corregido la plana a los jueces veracruzanos, que como prostitutas se ponen del lado del mejor postor. En su estulticia el gobernador dice que el “buen amigo” ha quedado desenmascarado, refiriéndose por supuesto a Ricardo Monreal.
Pero en realidad, ¿quién ha quedado desenmascarado, no en este, sino en varios casos de corrupción judicial? ¿No fue su gobierno el que fabricó acusaciones y pruebas contra unos jóvenes que fueron detenidos por ultrajes a la autoridad y después acusados de secuestro? El desenmascarado es él, quien sigue usando el Poder Judicial de manera facciosa.