MC: nueva bisagra

Cero
Movimiento Ciudadano (MC) FOTO: WEB
- en Opinión

Irineo Domínguez Méndez / Dante Delgado tiene la experiencia necesaria para estar en el podio electoral hasta, cuando menos, el 2030. Bajo su dirección el PMC se ha mantenido (interprétese en cualquier sentido) en las preferencias electorales. Sus mejores cuadros políticos, con carrera en su partido, son los gobernadores de Nuevo León y Jalisco. El primero representa la juventud emecista, con futuro prometedor; el segundo, como los de su edad, ya alcanzó la posición non plus ultra, no da para más. El excandidato de Campeche anda de huida y no volverá a la actividad política en mucho tiempo.

Reflexionar sobre las últimas declaraciones de Dante Delgado – aunque sea someramente – conlleva a analizar los números de votos obtenidos en las últimas elecciones, en las que presume resultados alentadores y en algunas anteriores donde, incluso, ganó gubernaturas. Desafortunadamente, contrasta la percepción de Dante con esos resultados. Eso sí, buscando ser la bisagra política en favor de una alianza va por buen camino.

Por ejemplo, menciono el triunfo obtenido en Oaxaca en el año de 2010; Estado en el que, en la elección siguiente del 2016, obtuvo el precario porcentaje de votación del 3.03%, ganando solo 6 municipios y ninguna diputación de mayoría relativa. En la pasada elección obtuvo 37,000 votos, el 3.27 % de la votación; reflejando la pérdida de casi 700,000 votos desde 2010 a la fecha.

En Jalisco, otro ejemplo, en el 2018 ganó la gubernatura con 1,354,014 votos y en el 2021 en la elección local de diputados de mayoría obtuvo 965,089 votos; su votación disminuyó en casi 389,000 votos. Aún ignorando los resultados futuros que tenga en Nuevo León, se percibe la misma tendencia.

El pasado 5 de junio, en los 6 estados que tuvieron elecciones de gobernadores, el PMC obtuvo 250,000 votos, aproximadamente; pocos votos comparados con los del partido Morena, que obtuvo alrededor de 2 millones. Presume los porcentajes de votos en Aguascalientes y Quintana Roo; estados con menor lista nominal de electores; en los otros 4 cuatro estados sólo logró salvar su registro como partido y las prerrogativas.

En el plano político se vislumbraba un escenario prometedor al verlo unido en cuestiones legales con Ricardo Monreal. Éste ha exhibido a Dante Delgado al pronosticar que se sumará a la alianza Va por México con el propósito de sobrevivir. Tal declaración parece revelar el deterioro de la relación entre ambos políticos, la cual mostraba una unidad muy fuerte con fines políticos, surgida o fortalecida por la detención del exsecretario del senado; al cual ha abandonado el emecista; al menos en apariencia.

En otro contexto, su voto en contra de la reforma eléctrica ha sido utilizado como arma política para atacar su partido; Morena incluye a sus diputados como traidores y le da buenos resultados. Ya lo califican como parte de la extrema derecha.

El dirigente emecista dio una rueda de prensa posterior a la de Ricardo Monreal en la que manifiesta su rechazo a unirse al PRIANPRD. Propone crear una “nueva oposición” (sic ¿?) para enfrentar a Morena. Deduciéndose el deseo de “piso parejo” para integrarse a una coalición con esos partidos; es decir, una distribución más equitativa de candidaturas y lugares que le puedan beneficiar electoralmente. Cierto, algunos partidos que encabezan coaliciones se agandallan y no aceptan cogobiernos. Quiere vender caro su amor.

Referirse a una nueva oposición significa que Dante reconoce sus límites y que está dispuesto a participar unido a otras fuerzas para asegurar un contrapeso en los congresos locales y en el Congreso de la Unión en contra de Morena. Su experiencia es vital para establecer alianzas que beneficien sus fines políticos. Sabe que participando solo en la elección presidencial del 2024 sería un suicidio y él no es un kamikaze. Además, en toda la oposición no sobresale ningún político que tenga posibilidades de ser competitivo contra los existentes en Morena. La falta de figuras – sin cola -, es una realidad avasalladora.

En las elecciones de renovación de gubernaturas de Coahuila y Estado de México del próximo año veremos como avanzó “la nueva oposición”. En el Estado de México el PMC tiene pésimos resultados; el 2017 no obtuvo ninguna curul en el congreso. En el 2020 logró una posición plurinominal. En Coahuila están peor; desde el 2018 no cuentan con ninguna curul, no ha alcanzado el 3% de la votación.

La “nueva oposición” propuesta por Dante incluye la elección local de Veracruz en el 2024; Estado con prioridad en las negociaciones. Los resultados del 2018 le resultaron desastrosos; no alcanzó 3% de la votación; por lo que, careció de representación en el congreso local, su alianza con el PANPRD fue un rotundo fracaso y no querrá cometer los mismos errores; a menos que venda bien sus 242,000 votos obtenidos en el 2021. Efectivamente, pudiera jugar el papel de bisagra en Veracruz; sumando sus votos a la alianza Va por Veracruz reduce considerablemente la diferencia entre ésta y la alianza de Juntos Haremos Historia. El riesgo lo representa convertirse en otro partido satélite del PAN.

En el 2021 recuérdese que el PMC sólo obtuvo 2 diputados plurinominales, gracias a los triunfos de candidatos a presidentes municipales en 18 municipios. Desafortunadamente, en el 2024 no habrá renovación de ayuntamientos y el PMC puede sufrir otro descalabro como el del 2018; lo anterior de participar solo en el proceso electoral. El bluf con que se conduce puede llevarle a la soberbia si no actúa a tiempo y en forma.

Otro sí digo. – Por mucho que inflen a Pepe Yunes no crecerá políticamente, a menos que levante la mano.

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