Las dichosas Mesas para la Construcción de la Paz y los esfuerzos de los cuerpos de seguridad en Veracruz no has funcionado para garantizar la paz y tranquilidad de los veracruzanos. El ataque violento contra el síndico de Tecolutla, Alfredo Salazar Nolasco, quien fuera atacado a balazos cuando se trasladaba en un vehículo junto con su esposa, Anayeli Pérez, poco después de haber dejado a sus hijos en la escuela, da constancia de que el gobierno de Cuitláhuac García no puede garantizar la tranquilidad de los veracruzanos.
Días antes fue asesinado a balazos Clemente Nagasaki Condado, presidente del DIF municipal de Acayucan, por un solitario asesino quien disparó hasta en seis ocasiones a plena luz del día y ante más de 200 personas. De modo que los esfuerzos de la Secretaría de Seguridad y la política de combate que implementa el gobernador, han sido infructuosos.
Por otro lado, el trabajo de la Fiscalía General del Estado (FGE) para procesar y detener a los malandros, camina a pasos de tortuga, eso sin contar las innumerables pifias que ha cometido Verónica Hernández Giadáns. Desafortunadamente ese es el lúgubre panorama para los veracruzanos, ese es el modo de gobernar de Cuitláhuac García.
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