En una nota de Ivet Rosario Sánchez Ortiz se reporta en El Pregonero que los peces en el pocito de Nacaquinia se están muriendo debido a la escasez de agua provocada por la sequía. Anota El Pregonero: «Falta de oxígeno e intenso calor, ha causado la muerte de los peces en el Pocito de Nacaquinia, donde los vecinos del Barrio del Pocito, se organizaron para analizar el agua de dicho nacimiento. El temor de los vecinos era que el manantial hubiera sido envenenado, esto tras la aparición de peces muertos que causó preocupación».
No queremos decir que el secretario de Gobierno, el bien nombrado Bola 8 haya sido el causante de esta tragedia ecológica, pero coincide que después de que Éric Cisneros bautizara el pocito, la escasez de agua, que por estas fechas es común, se haya recrudecido como no había ocurrido en muchos años. Y es que ya se los hemos dicho, lo que toca el Bola 8 no se convierte en oro.
Un día la alcaldesa de Jamapa, Florisel Ríos, acudió a él para pedirle apoyo por las amenazas que había recibido y el señor en lugar de apoyo le arrojó reproches, más amenazas y maltrato. Poco tiempo después Florisel Ríos fue asesinada. ¿No pensó en eso el alcalde de Misantla, Javier Hernández Candanedo? Una persona con un alma tan oscura no puede ser un buen augurio para nadie, para nada.
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