Las escuelas normales en México están olvidadas, tuvieron un fuerte recorte presupuestal; las Escuelas de Tiempo Completo (PETC), un exitosos proyecto calderonista, también pasó a mejor vida. Y qué decir del Programa Nacional de Convivencia Escolar (PNCE), el Programa para la Atención a la Diversidad de la Educación Indígena (PADEI), el Programa Atención Educativa de la Población Escolar Migrante (PAEPEM) y el Programa de Desarrollo de Aprendizajes Significativos de Educación Básica (DASEB), todos estos programas destinados atender a estudiantes en las zonas de mayor marginación, han sido borrados por la 4T.
Desafortunadamente muy pocos maestros han reparado en ello. En lo que va del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el presupuesto destinado a educación se ha reducido al desaparecer programas que contribuían a fortalecer los aprendizajes y se han destinado tanto a infraestructura y becas que no necesariamente cumplen con este objetivo.
De acuerdo con la organización Mexicanos Primero, se han desaparecido nueve programas, de los cuales cinco significaron una reducción de 21 mil 982 millones de pesos durante 2021 que afecta a 37 mil 570 escuelas y 4.3 millones de niños, niñas y jóvenes, lo que equivale aproximadamente a la matrícula de Nuevo León y Estado de México. Eso sin contar que el incremento salarial 2022 es engañoso, ya que no busca resarcir a los que menos ganan, sino dividir al magisterio. Y a todo ello, ¿en dónde ésta la voz de los líderes del SNTE, alzando la voz ante estas injusticias?
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