Aquarium, así en latín, para que el turismo internacional acuda al puerto de Veracruz. Con el tiempo el gobernador de Veracruz podrá decir que él fundó el Aquarium, él y no Dante Delgado. Esto nos recuerda al inefable Fidel Herrera (¡Larga vida a Fidel!), quien presumía el puente número mil de su administración. Pero no porque lo hubiera construido, sino porque los pintó y les puso “Fidelidad” a los ya construidos. Así Cuitláhuac García, en su estulticia el gobernador de Veracruz cree que, cambiándole el nombre al Acuario de Veracruz, pues éste ya es suyo.
Y para que quede constancia lo publica en la Gaceta del Estado, pues para eso es autoridad. Por decreto la administración del nuevo Aquarium estará a cargo de la Procuraduría del Medio Ambiente, esa que mata manatís cuando draga ríos, esa cuyo titular, Sergio Rodríguez, le gusta contar el dinero de sus transas en calzones.
Para aquellos que pensaban que Cuitláhuac García no podía llegar más bajo, lo subestiman. Cuitláhuac García es de esos energúmenos que estando ya en el fondo de su mediocridad, se rompe las uñas cavando más profundo.
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