Irineo Domínguez Méndez / Xalapa sufre las consecuencias de un programa vial denominado 1 X 1. En una ciudad con calles angostas, en las cuales, en términos generales, se tiene un carril para circular en cualquier dirección, dicho programa es disfuncional. La Capital del Estado está considerada como una de las que tienen mayor circulación de automotores. Todos los estudios realizados para comprender el problema de tráfico vehicular y sus posibles soluciones indican la necesidad de contar con una planeación surgida de profesionales en el ramo.
Al buscar en internet información sobre la problemática aquí planteada, se descubre la coincidencia de opiniones y propuestas. Por ejemplo, tenemos que la ciudadana Paola Cortés Pérez (a quien no tengo el gusto de conocer personalmente) nos dice que “En la última década, el tráfico vial se agudizó en la ciudad de Xalapa, especialmente en la zona centro, donde en ocasiones resulta imposible circular en las horas consideradas «pico», esto ha traído efectos negativos no solamente en las principales vialidades sino en el estado de ánimo y económico de los habitantes”. Señala que el estrés provocado hace padecer “depresión e inclusive un deterioro cognitivo”. Añade las implicaciones económicas, a las que sumo otra de gran importancia: el medio ambiente.
En el artículo de esta investigadora se enuncian las Causales expresadas por especialistas: “la geografía y traza urbana que tiene Xalapa, lo cual dificulta que los coches circulen fluidamente; el crecimiento desordenado de la ciudad; la falta de disposición de los semáforos; ciudadanos poco educados; entre otras.
En cuanto a las pérdidas económicas, el artículo en mención, indica el tiempo que pierden los habitantes de la Capital para llegar al centro de la ciudad: 84 horas al mes de trabajo. Asimismo, también informa que “anteriormente el caos era aprovechado por los empresarios del área céntrica de la ciudad, ya que al aglomerarse los camiones se generaba una cantidad importante de consumidores, pero en últimas fechas esta situación ya no es rentable porque gran parte de la población no quiere ir al centro”.
Recientemente, el presidente del Consejo Empresarial Metropolitano de Xalapa (CEM), Fernando Arana Watty se manifestó en casi igual forma; señaló que “el problema de vialidad de Xalapa (…) afecta la economía, el turismo, la salud y, en general, la vida de todos los xalapeños, provocando sustanciales pérdidas económicas, daño a las vialidades, contaminación, malestar público y grave afectación al bienestar social”.
Presumiéndose que Xalapa tiene casi igual número de automóviles y personas, es necesario – cuando menos – que vuelvan a funcionar los semáforos en todo el primer cuadro de la ciudad. Lo que reduciría el estrés, la contaminación y el gasto de transportación.
El estrés ocasionado por el tiempo perdido dentro de un automóvil se incrementa con el cambio climatológico. En este tiempo podemos observar y sentir las altas temperaturas y en la época de lluvias, éstas son torrenciales por la geografía de la Capital; en especial en el centro.
Con el funcionamiento apropiado de los semáforos en el primer cuadro se coadyuvará a la disminución de la contaminación. Esto es así porque, en promedio, 15 automotores pasan los cruceros de calles en cada cambio de luz donde existe un semáforo; significando una disminución de aceleraciones en igual número, cuando menos. Los peatones avanzan al mismo tiempo que los automóviles y en la misma dirección con luz verde.
El programa 1 X 1 tiene resultados opuestos al de los semáforos. En los cruceros, quienes esperan el turno de avanzar, esperan doblemente al aplicarse el principio de “el peatón es primero”; toda vez que los peatones tienen preferencia y avanzan más lento y en mayor número que los automotores. Entonces, con dicho programa, la contaminación es mayor; pues, en vez de acelerar una vez en cada luz verde, se acelera y frena 15 veces.
La falta del funcionamiento de semáforos en algunas partes del centro de la ciudad provoca un mayor gasto de gasolina y, por ende, afectación en la economía de los automovilistas. Gasto que se acrecienta con el desgaste de partes del automóvil; como los son: balatas, aceite, llantas, etc.
No es peccata minuta lo planteado y propuesto en el presente escrito. La salud y la economía de los Xalapeños no puede “estar de por medio”; el señor Ahued Bardahuil tiene la gran responsabilidad de dar solución al problema del tráfico vehicular de la Capital; si no de manera completa, sí cuando menos parcial. La propuesta, entonces, se reitera: que funcionen los semáforos en el primer cuadro del Capital y en todos los lugares donde antes existían. Tal vez muchos apoyarían, también, el programa “hoy no circula”.
Por último, debo referirme al desconocimiento que tienen muchos automovilistas respecto al programa 1 X 1. Dicho programa es una copia de otros países; en este caso, creo, es de los Estados Unidos de Norte América. Debe de aplicarse en la siguiente forma: primero, en los cruceros se hace alto total; segundo, quien llega primero pasa; por último, se utiliza en lugares donde el tráfico es mínimo.
Otro sí digo. – Son muchos los señalamientos contra el exalcalde por las irregularidades cometidas; ¿será igual el número de denuncias?
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