Al parecer este sujeto, como «subdirector de Pemex, recibió en sus oficinas a Luis Meneses Weyll, director de Odebrecht en México, ¡unas 47 veces!, de acuerdo a la investigación, Odebrecht habría pagado 6 millones de dólares en sobornos a Emilio Lozoya, entonces jefe de Cornejo, para que se le adjudicaran las obras de Tula».
El otro sujeto es Juan Carlos Tapia Vargas, denunciado penalmente por huachicoleo del poliducto Tula-Salamanca, quien «fue encontrada culpable de operaciones irregulares con Odebrecht y sancionada por la Secretaría de la Función Pública en el 2019, inhabilitando al empresario para obtener contratos públicos por dos años y medio. Seguramente, con ayuda del esposo de Rocío Nahle, este empresario logró adjudicarse, poco después de la inhabilitación, el contrato PTI-ID-S007/2019 por más de 78 millones de dólares para la construcción del elefante blanco insignia de López Obrador». Por supuesto Rocío Nahle está enterada, pero al parecer tiene permiso del presidente para dejarse corromper.