El Gobierno Federal quiere a toda costa, es decir, a huevo, que una parte de los aviones que hoy aterrizan en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, aterricen en el Felipe Ángeles. De acuerdo con reportes periodísticos, «Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transporte, reveló que la orden pretende eliminar alrededor de 11 operaciones por hora y enviarlas al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles». Al parecer el presidente López Obrador logró muy poco con sus ruegos a las aerolíneas para que operen en el AIFA y por ello sacará un decretazo para obligarlos a que utilicen su “central de abastos” convertida en aeropuerto.
Por su parte, el director general de la Cámara Nacional de Aerotransportes, Cuitláhuac Gutiérrez advirtió que no será tan fácil, pues las empresas estarán en el aeropuerto donde generen más ganancias: «El escenario de reducir el 30 por ciento es complicado, una reducción total y directa sería problemática. Hay que entender hacia dónde se migran las operaciones, las aerolíneas van a operar sus vuelos en donde generen ganancias».
Este tipo de imposiciones por parte del gobierno son la consecuencia de actuar con las vísceras y ponerse a construir caprichos mal planeados.
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