Puro dinero tirado a la basura con el gobierno de López Obrador. Por venganza en contra de los constructores del Aeropuerto de Texcoco, el presidente, a pesar de las pérdidas millonarias, canceló el proyecto. Ya tenía pensado ampliar Santa Lucía, una base aérea del Ejército para hacerlo aeropuerto internacional. El presidente obligó a los constructores, ingenieros militares, a que el aeropuerto se inaugurara sin estar terminado.
Pues se inauguró y lo que debería ser la solución a la saturación de vuelos en el Aeropuerto Benito Juárez de la CDMX, terminó siendo un pueblo fantasma. Ante el dicho de varios columnistas que señalan que en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles no vuelan ni los pajaritos, el presidente en su conferencia mañanera dijo que era mentira, que diariamente había 6 vuelos en el AIFA. ¡Seis vuelos para un aeropuerto internacional! Solito se empinó el presidente de México.
Pobres tontos, ahora ya andan rogando a las aerolíneas para que trasladen algunos de sus vuelos al AIFA. Pero las aerolíneas deben pensar en sus clientes, en sus pasajeros, no en los caprichos de un presidente que por venganzas personales anda dilapidando dinero, edificando elefantes blancos.
Comentarios