Si Salinas Pliego estuviera revelando la corrupción en el gobierno de López Obrador, lo mismo que Loret de Mola, tal vez el presidente en este momento estaría hablando del yate de 125 millones de dólares de Ricardo Salinas Pliego, un evasor de impuestos. Sin embargo, Salinas Pliego es el empresario favorito de López Obrador, un empresario que lo ayudó a llegar a la presidencia. Por ello, a pesar de las acusaciones de Salinas Pliego en los Estados Unidos, a pesar de que la Suprema Corte lo obliga a pagar los impuestos que debe, el presidente de México hace mutis de la riqueza y las acusaciones de su amigo.
Ahora sale el presidente con que revelará el próximo lunes que Carlos Loret de Mola tiene un departamento que debe valer 100 millones de pesos. ¿Por qué esa persecución en contra de Loret de Mola? Pues porque el periodista derrumbó la falsa honestidad de un López Obrador que durante sexenios había pasado como el ave que cruza los pantanos y no se mancha; pero manchado anda.
La verdad es que a los mexicanos no nos interesa si Loret de Mola tiene departamentos y casas de más de 100 millones de pesos, a nosotros lo que nos importa es saber qué hacen los hijos del presidente, pues él es quien nos gobierna y al parecer su hijos y sus hermanos están enriqueciéndose, valiéndose de la influencia que tienen en este gobierno.
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