Por el contrario, su jefe la utilizo como ariete para echar abajo programas exitosos como el de las Escuelas de Tiempo Completo. Hoy Delfina Gómez se despide de la SEP, se va sin pena ni gloria y ella lo sabe muy bien. Se va para lograr recuperar el Estado de México, un estado que es considerado como un verdadero filón electoral. Sin embargo, no la tendrá fácil.
Sabe que va cargando el descredito de haber violado la ley electoral. Sabe que quitarse el mote de la Reina de los moches, siempre la acompañara lo largo de su campaña como al héroe legendario de Ítaca. Ese será su punto débil, y sus adversarios lo saben muy bien.