Si Alejandro Gertz Manero no se hubiera enconado de manera despiadada en contra de su excuñada, una mujer de casi 100 años y contra la hija de ésta, una mujer de 67 años, tal vez los mexicanos no tendríamos la percepción que tenemos hoy día del fiscal de la nación. Fueron sus rencores, su ambición, su obstinación lo que derribo a quien en algún momento fue un abogado digno de admiración. En su columna del martes 19 de abril el columnista de El Universal, Mario Maldonado anunció la inminente salida de Gertz Manero de la Fiscalía General de la República.
Señala Mario Maldonado: “El respaldo del Presidente hacia el fiscal se ha ido mermando rápidamente en los últimos días y finalmente se tomó la decisión, en común, de apartarse de la Fiscalía junto con el subprocurador Especializado en Investigación de Delitos Federales. El anuncio se hará en los próximos días, han reconocido en privado los involucrados”.
Al parecer en los últimos meses, éste que era uno de los hombres más fuertes de la presente administración, ha quedado derrotado al grado de que le han sido negadas varias victorias jurídicas. Pero lo que es peor, su manejo arbitrario de la justicia ha quedado exhibido. Es por ello que su presencia en la FGR es un lastre que debe ser lanzado al mar.
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