El efecto domino por la derrota de la bancada morenista se comienza a sentir, la alianza opositora formada por 4 fuerzas políticas, finalmente ha encontrado la forma de frenar la altivez de la bancada morenista. De entrada, los pocos consejeros que escucha el ejecutivo federal, saben que las reformas que se manden desde la presidencia tendrán muy pocas posibilidades de que pasen el férreo bloque opositor. Ojala y el presidente entre en mesura y le baje a sus descalificaciones, el llamar palero del PAN al PRI, solo abre más la brecha entre su partido y la oposición.
Hoy Morena tiene el espacio y la puerta, sin embargo, la alianza opositora tiene la llave del cerrojo. Por tal razón, será muy difícil que puedan prosperar y que sean aprobadas una reforma que atente contra el Instituto Nacional Electoral (INE) o que se a vista con buenos ojos, una reforma de la Guardia nacional.
En este contexto, el presidente debe dejar atrás aquello de; “ni una coma”, debe de entender que el arte dela política es negociación y dialogo. La descalificación la diatriba y el rencor, deben salir de su persona. Solo de esa manera, sus correligionarios también aprenderán la lección. Con eso de que todo le copian.
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