A punto de que se autorizara el cargo para el padre del diputado Aysa, todo se echó para atrás. Fue entonces que le pidieron el voto al hijo para que el padre pudiera ser embajador; el hijo accedió. Por ello, es un error llamarlo rebelde, cuando a todas luces es un traidor.
Por la mañana los diputados de Morena presentaron a Carlos Miguel Aysa Damas como el diputado 203 de Morena. Cuando este traidor quiso ir a su oficina, resulta que ya no tenía oficina, pues la advertencia del presidente del PRI, Alejandro Moreno, fue que quien los traicionara, dejaría de ser priista de manera automática; se lo cumplieron.