Cuitláhuac y Anilú

Anilú
Anilú Íngram Vallines FOTO: WEB
- en Opinión

Salvador Muñoz / Le sale mucha paternidad al millón y medio de votos del domingo; y mientras por un lado sobran padres, en la Segob, poca madre… pero vamos por partes:

Se la atribuyen a Napoleón Bonaparte: La derrota es huérfana; la victoria tiene cien padres. El comentario, porque al 1 millón 500 mil votos del pasado domingo de la Revocación de Mandato, le está saliendo mucha paternidad, uno que otro padrastro, y si uno se descuida, hasta un Sugar Daddy!

Por ahí han alzado la cabeza algunos diputados locales presumiendo números como para exponer su músculo político y sí, es hasta cierto punto comprensible… las ansias de matador les gana a muchos morenitos que apenas si arañan el grado de “Novillero”… Tenemos el caso de los jóvenes Rafael Fararoni y Luis Ronaldo Zárate, que exponen números por municipios o distrito…

Muy distinto al comportamiento guardado en personajes que contribuyeron de un modo u otro, a la meta trazada, como es el mismo Bola 8, Eleazar Guerrero, Zenyazen Escobar, por el lado de Gobierno del Estado; así como Manuel Huerta y cada uno de los diputados federales que de un modo u otro, pusieron su grano de arena… y por el lado Legislativo, Juan Javier Gómez Cazarín… ninguno se ha levantado para clamar “su” triunfo

¡Vamos! Ni Esteban Ramírez Zepeta, jefe de Morena, quien si uno fuera exigente, sería el primer responsable si mantenemos este ejercicio democrático, en un asunto de partido… en una de ésas, es el que sin reflectores, sin hacer mucho ruido, hizo su trabajo, de la Ceca a la Meca, a ras de suelo, y de los pocos que han entendido esa dinámica de menos escritorio, más territorio, frase por cierto que surgió en un programa de una alcaldía en Colombia, usada como eslogan de campaña en la elección de un Concejal en Argentina, y adoptada por los “Padres” de Morena en esta etapa de la Cuarta Transformación… 

La diferencia entre los novilleros de Morena y antes citados es que, algunos por institucionalidad y otros a su pesar, entienden que si Morena en Veracruz entrega buenas cuentas a su mesías, lo hace a través de una figura: el Gobernador.

Es lógico: si hay problemas de inseguridad, en el Altiplano no ven a Hugo Gutiérrez, sino a Cuitláhuac García; si hay problemas de ingobernabilidad, no se ve a Bola 8, sino a Cuitláhuac; si hay problemas financieros, no se ve a Lima, se ve a Cuic… luego entonces, si en este ejercicio que si gusta llamarlo de Revocación o Ensayo al 2024, abonaron todos, desde los senadores, diputados locales y federales, funcionarios, el mismo Esteban Ramírez (si lo hicieron al amparo de la Ley o fuera de ella, eso es de otra competencia…) y hay para los Morenos buenas noticias, quien se la lleva es el Gobernador, nadie más.

Quien lo quiera ver de otro modo, no ayuda a su partido ni se ayuda él…

Y mientras algunos reclaman paternidad, en la secretaría de Gobierno, no tienen madre:

En entrevista, la diputada local Anilú Ingram Vallines dio a conocer que se dio de baja a un sujeto que trabaja en la secretaría de Gobierno. La respuesta de quienes allí laboran fue de beneplácito pero con una demanda más: que a otro sujeto que pasaron de Gobernación a la Junta de Mejoras, corriera la misma suerte. Un dato curioso, de acuerdo a lo que comentan quienes laboran allí, en el caso de este personaje que está en la Junta de Mejoras: A su víctima le dieron instrucciones de no presentarse a actos donde esté presente su acosador para mantener “sana distancia”… es decir, de un modo u otro, la víctima está restringida en su espacio cuando en mi lógica, debiera ser al revés… al final, entre iguales, dicen, se protegen.

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