En ocasiones es la apatía lo que permite que muchas personas vulnerables sufran por causa de los violentos. Es por ello que aplaudimos a las personas que, viendo el sufrimiento de un menor, no piensan en grabar las escenas de violencia, sino que actúan y denuncian a los agresores. En un domicilio de la colonia Benito Juárez en Naucalpan una mujer que le renta un cuarto a una madre con su hijo se dio cuenta de los constantes maltratos que el menor de 8 años recibía por parte de su madre.
Cuando las autoridades se presentaron en el domicilio de la agresora, ella, una mujer de 25 años dijo no saber nada sobre el maltrato. Sin embrago, cundo trabajadoras sociales y paramédicos auscultaron al menor se dieron cuenta de algunos moretones y lesiones. Cuando le preguntaron al niño quién le había provocado esas lesiones, el menor acusó a su madre, quien días atrás lo había golpeado con un palo.
En ese momento el niño fue canalizado al DIF del Estado de México, mientras que a la madre se le abrió una carpeta de investigación para deslindar responsabilidades. Por supuesto, si la arrendadora se hubiera conformado con solo mirar y condolerse del niño, éste todavía seguiría recibiendo palos de su madre.
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