Con la dichosa consulta de revocación de mandato que en se realiza este domingo 10 de abril, no se juega la permanencia del Tlatoani de la 4T, ni tampoco se juega el futuro de la nación como han dicho varios corifeos morenistas. Desde el mismo momento en que les leyeron la cartilla y les pusieron una cuota de votos a toda la fauna burocrática, legislativa y ejecutiva que lleva la siglas de Morena, la consulta de revocación perdió su objetivo, y solo se convirtió en una estrategia para que el presidente pueda evaluar los logros de aquellos que quieren seguir mamando de la ubre del gobierno de la 4T.
Ahí está el caso de su “consentida”, Claudia Sheinbaum que quiere sacarse la espina por los malos resultados de la elección pasada donde dejó en manos de la oposición, más de la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México. Por otro lado, esta consulta solo refuerza el culto a la personalidad de un personaje que requiere del apapacho de una masa que se ha visto beneficiada por los programas sociales.
De modo que, en esta consulta se juega el futuro político de personajes, como Claudia Sheinbaum, Delfina Gómez, Higinio Martínez, Martí Batres, entre otros, que quieren un puesto de elección popular. De modo que cualquiera que sea el resultado, Andrés Manuel López Obrador, seguirá siendo el presidente constitucional de México.
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