Salvador Muñoz / A como van las cosas, un día de estos Cuitláhuac amanece “encuerando” a un periodista… por favor, no sea mal pensado, pero así como es dado a seguir al pie de la letra (para no poner “imitar”) todo lo que hace y dice su triple P (Padre Putativo Político), capaz que busca en Veracruz su “némesis periodística” para entonces exhibir casa, autos, cuentas, viajes, que el de los medios tenga…
Lo comento porque sorprendió el énfasis investigativo (o “invengativo”) que tiene el presidente López Obrador para con el periodista Carlos Loret de Mola al sacarle sus trapitos al sol, o más bien exponer sus “depas” ante la opinión pública.
De acuerdo a lo expuesto por Ignacio Morales Lechuga, el presidente filtró una información certera en el caso de un departamento en Miami, entendiendo lo certero, desde dos ángulos:
A.- Certera de Cierta.
B.- Y Certera de que logró su “objetivo”.
¿Cuál? Tratar de deslegitimar a Carlos Loret de Mola. Por supuesto, esto, acompañado de un equipo de difusión en redes increíble que se puso a desquitar “el chayo”… digo, hablando en términos periodístico-gobierno…
Aunque también hay que entender algo: Alberto Loret de Mola es una cosa; los trabajos periodísticos de Loret de Mola, son otra.
Todo ese énfasis que pone el Presidente a un periodista es ya materia de análisis político por cualquier lado que se le vea… primero, porque uno ya se pone a dudar si López Obrador baja al nivel de Carlos Loret de Mola para entrar a un debate de bienes raíces; o López Obrador sube al nivel de Carlos Loret de Mola para entrar a un debate de periodismo de investigación.
En cualquiera de las dos posturas, sólo hay un perdedor y no es el periodista. ¿Por qué? Muy fácil, porque los mexicanos pierden a un Presidente que entra a pugnas que a la mayoría de los ciudadanos, los de a pie, ésos a los que acude AMLO y por los que aboga cada vez que tuerce la Ley, no les interesa. Digo, no les interesa si tiene o no tiene Loret de Mola uno, dos, o varios depas a menos que haya pruebas de que hay algo sucio, oscuro, escandaloso en su adquisición…
No sé hasta qué grado gana Loret de Mola, pero de que gana, gana, porque sin que sea Santo de mi devoción, no dejo de reconocer que es un periodista que fue capaz de sacudir a un Presidente a tal grado de que en sus mañaneras, la atención esté puesta en él y no en los logros, avances, progresos, alcances de un gobierno…
Hemos de entender que López Obrador no estuvo investigando personalmente a Carlos Loret de Mola, sino que es seguro que puso a un equipo de personas a hurgar en las diferentes instancias, dependencias y oficinas donde apareciera el nombre del periodista… ¿ven a dónde voy? Sí… algo así como cuando un Jefe de Oficina le pide a un subalterno que le haga la tarea a su hijo de primaria, secundaria o prepa… o cuando el encargado de seguridad es mandado por la despensa familiar… o cuando el empleado es llevado a mítines contra su voluntad… vamos, una especie de desvío de recursos humanos, pues!
Ojalá que ese mismo énfasis que le pone el Presidente a la hora de violar el Estado Constitucional de Derecho y la Legalidad, lo pusiera en respetar la Ley… porque por actos como los que comete, sus huestes los pueden tomar de ejemplo y así, un día, encontrarnos a Cuitláhuac “encuerando” a un periodista…
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