Lorena y el PRI

Priista
Partido Revolucionario Institucional (PRI) FOTO: WEB
- en Opinión

Sergio González Levet / Los priistas traen en su ADN, en sus genes (pre)históricos, la prisa como un elemento que regula sus estancias y sus anhelos. Al igual que sucede en los videoclips, quisieran que cada dos segundos cambiara la toma para que todos tuvieran una oportunidad de estar en el primer plano, aunque sea por un instante, dignificador y glorioso, aunque, ay, breve como el amor.

No llega apenas un dirigente a alguna posición en el comité directivo nacional, estatal o municipal, o un funcionario a cualquier puesto de gobierno, cuando ya están haciendo cábalas para adivinar en qué momento se va a ir o quién lo podrá remplazar. De que yo me acuerdo, el Gobernador en turno siempre se ha estado yendo a alguna posición en el gabinete (don Fernando es la excepción que confirma la regla) o huyendo para no caer en prisión (Duarte igual que Gutiérrez Barrios, aunque no en la inmejorable posición del hombre leyenda).

Y por eso el hecho de que se den rumores de que Marlon Ramírez dejará pronto la presidencia estatal del tricolor es algo normal que se ha venido repitiendo desde antes incluso de las elecciones del año pasado.

Marlon, óiganlo bien sus malquerientes, terminará el periodo para el que fue electo; Marlon, entiéndalo sus bienquerientes, no irá más allá del año próximo en la dirigencia y no intentará reelegirse.

Eso quiere decir que están muy adelantados los que ya están yendo a ver las oficinas del partido para ver cuál les quedará mejor, y por otra parte muy confiados quienes piensan que mayo fuese eterno y nunca tendrán que entregar el puesto y el sueldo.

Peeeero, lo que sí ya está ocurriendo es que empiezan los encartes para la sucesión, y se empiezan a barajar nombres de los posibles sucesores o sucesoras para la silla del Comité Directivo Estatal.

¿Nombres? Pepe y Héctor Yunes, alguno de los hermanos Vázquez Parissi, Anilú Íngram Vallines, Adolfo Ramírez Arana, Carlos Aceves, Acela Medina Servín.

Dejo para el final y aparte el nombre de la diputada Lorena Piñón Rivera, porque tiene fortalezas que la hacen acercarse a la dirigencia estatal del Revolucionario para el próximo año.

Lorena es, si me permiten los militantes acendrados, a su partido en Veracruz lo que Sergio Gutiérrez Luna está siendo para los morenistas jarochos: hace lo que otros no, se mueve en terrenos en que nadie hace presencia, organiza eventos de gran calado, escucha a grupos, participa en reuniones, apoya y organiza… además, dialoga e interactúa sin ningún empacho con alcaldes de la oposición, como Ricardo Ahued y Amado Cruz Malpica.

Tiene además una fuerte presencia en el Comité Ejecutivo Nacional, en donde es escuchada y tomada en cuenta.

Va a ser la sanrafaeleña una excelente lideresa estatal, y cuando termine su periodo, como Marlon, saldrá por la puerta grande y con la cabeza en alto, e modo que a nadie se le ocurrirá en el futuro quitar su foto del Salón de Presidentes.

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