A partir de este 4 de abril, a Rocío Nahle le quedan menos de 90 días para entregar terminada la refinería de Dos Bocas en Tabasco. La promesa simbólica del presidente es entregarla el día 2 de julio de 2022, 4 años después de ganar las elecciones presidenciales. Pero la refinería de Dos Bocas no está construida ni a la mitad y eso que la obra empezó hace 3 años, en junio de 2019. En 90 días Rocío Nahle no podrá terminar. Pero a esto hay que agregar lo que anota Mario Maldonado, columnista de El Universal: «El sobrecosto de la refinería de Dos Bocas es un escándalo mayúsculo que impacta al gobierno del presidente López Obrador».
Entre las graves anomalías Maldonado enumera «el aumento presupuestal se debe a que hay cientos de miles de millones de pesos desviados o sin rastro de a dónde fueron a parar; y cuarto, porque en la construcción de la refinería hay muchas empresas relacionadas a la familia de Nahle y otras acusadas de corrupción, incluidas las relacionadas con el director de la obra, Leonardo Cornejo Serrano, involucrado en el escándalo de Odebrecht».
Asimismo, señala Mario Maldonado que el esposo de la Nahle, un corrupto consumado, es el que da el visto bueno a los contratos con las empresas: «José Luis Peña Peña, es el verdadero operador de los contratos. Su influencia en la entrega de obra es escandalosa, a decir de varios contratistas, proveedores y altos funcionarios de Pemex». Por esa y otras razones no espere usted que Dos Bocas esté concluida dentro de 90 días. Claro, le podrían hacer como al Felipe Ángeles, armar un escenario, poner un dispensador de gasolina y hacer creer a los chairos que esa gasolina es el producto de su refinería de Dos Bocas.
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