Karla Montano Rocher, de repartir gel antibacterial en Medio Ambiente, a la dirección de Cultura de Xalapa. Llegó prepotente, ignorante y torpe

Muy a tiempo lo anotamos en un artículo dirigido al alcalde Ricardo Ahued: «El fomento de la cultura sólo puede estar en manos de quienes aman la cultura, no de aquellos que aman los presupuestos de los gobiernos para la cultura». En ese mismo artículo publicado el 16 de junio de 2021 concluíamos: «Es por ello que lo mejor que puede hacer el futuro alcalde de Xalapa es escuchar en foros a los artistas, a los ejecutantes, a los verdaderos promotores culturales, a los ciudadanos. A aquellos que con su arte y entusiasmo pueden regresar la cultura a las plazas públicas, a los parques, a las escuelas, a las calles». Por lo mismo preguntamos, ¿qué está haciendo Karla Montano Rocher en la dirección de Cultura del ayuntamiento de Xalapa?

Esta funcionaria saltó de la Procuraduría del Medio Ambiente, donde su jefe era el infame Sergio Rodríguez, el que cuenta los billetes en su colchón, vestido con trusa y camiseta, a la dirección de Cultura del ayuntamiento de Xalapa. De entrada, al no ser una persona del ámbito cultural pues su mérito mayor fue haber repartido gel antibacterial durante la pandemia, ya empezó a armar desórdenes en la dependencia que le encargaron.

Por ejemplo, de no muy buenas maneras Karla Montano Rocher despidió a personal de la dirección de Cultura con el engaño de que, «por instrucciones del alcalde Ricardo Ahued todos los que habíamos colaborado en el periodo del anterior alcalde ya no podíamos seguir». Tal fue el caso de Gustavo Fox de la dirección del IMAC, a quien despidió sin respetar la trayectoria profesional de Gustavo, quien le ha dado más a la cultura en Veracruz, que lo que ella pueda dar en el poco tiempo que esté en la dirección que le han encargado. Eso mismo quiso hacer con el encargado de la recién inaugurada Casa de la Música, Antonio Stivalet, a quien también corrió de mala manera.

Fue el alcalde Ricardo Ahued quien tuvo que jalarle las orejas a la impetuosa señora Montano Rocher, por lo que Stivalet fue restituido en su puesto. Pero ya lo dice el dicho, «no es indio el que no se venga». Karla Montano de inmediato despojó a la Casa de la Música del equipo de cómputo que tenía software importante, además de un acervo de música para consulta. Pero la señora necesitaba esas computadoras nuevas para enviar emails y navegar por internet. Por cierto, ¿quién respalda a esta improvisada de la cultura? Nos dicen que la familia de Rosalinda Galindo, pero no lo queremos creer, por eso mejor los vamos a investigar.