En un seminario de la iglesia Greco-Católica situada en el pueblo de Rudno a 15 kilómetros de Lviv Oblast en Ucrania, se encuentra un grupo de niños refugiados de la guerra. En dicha iglesia han admitido a estos pequeños después de que el lugar de donde provienen fuera destruido por los ataques rusos. Ante la situación saben que los menores se despidieron de sus familias para estar ahí, y para amenizar el golpe, él sacerdote consiguió que una persona acudiera al lugar vestido de payaso como una forma de mantenerlos alejados de la realidad.
El sacerdote de dicha iglesia ha dicho que los menores día con día vuelven a reír. Se divierten, han vuelto a tener la posibilidad de jugar, de salirse de la realidad un momento. El payasito que acude a brindar alegría al seminario fue identificado como Marco Rodari, que desde Italia, su país natal, ha viajado hasta donde se encuentran los menores refugiados con tal de darles un momento de paz y risas.
Ante la noticia y su buen gesto humanitario, Marco Rodari, mejor conocido como el Payaso de Guerra, dio unas palabras ante el mundo. «Lo primero que hago en estas situaciones es dejar que los niños me vean vestido normalmente y que vean cómo me voy preparando, así empiezan a entrar en la acción», señaló. Cabe destacar que el Payaso de Guerra, cuenta que vivió varios meses al año en Gaza, en Irak y en Siria. Hasta el momento el gesto de Marco es un aliento de paz y alegría para los menores que se encuentran refugiados en una iglesia tras perder a sus familiares y vivienda debido a la guerra.
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