La estulticia de los persignados les hace creer que, si uno critica que en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se vendieron tlayudas, es porque el que critica es clasista. Para nada. Muchos celebran que una mujer trabajadora, sencilla, haya aprovechado la oportunidad de vender sus alimentos a los muchos que acudieron a la inauguración del “Chairopuerto”, como ya le llaman. También celebramos que las autoridades le hayan dado permiso de vender sin cobrarle ni un centavo.
Lo que se critica es que anuncien un aeropuerto terminado, cuando ni siquiera hay una zona gastronómica donde pueda uno tomar algún alimento. En un video que circula en las redes sociales la señora está bien apurada despachando sus tlayudas oaxaqueñas, de esas que también come López Obrador en sus viajes. Mientras despacha un policía trata de retirarla.
Pero la cola que espera una rica tlayuda es muy grande, por lo que la “doñita”, sin descuidar el negocio le dice, «yo sé que es tu trabajo, pero a mí me dieron permiso; ya sé que te regañan, pero…» La señora de las tlayudas no se retiró hasta que acabó su mercancía, la cual por cierto no dio abasto para todos los que acudieron a la inauguración. El AIFA, un aeropuerto de primer mundo con tlayudas de a 35 pesos; eso no lo hay ni en el Aeropuerto de París-Charles de Gaulle.
No podían faltar las tlayudas en el AIFA.
Me da tristeza que nunca vamos a ser un país de primer mundo. Somos la cultura del tianguis y la garnacha. pic.twitter.com/1RzHr7lRuo
— Linda Sofia 🍀🍀 (@linda_dimitrov) March 21, 2022
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