Trascendió que a Ricardo Peralta lo retiraron de la administración General de Aduanas porque eran demasiado evidentes los manejos turbios que llevaba a cabo en esa dependencia. Ricardo Peralta salió de Aduanas y entró Ricardo Ahued, quien de inmediato inició investigaciones que procedieron en denuncias en contra de varios jefes de Aduana, todos ellos impuestos por Ricardo Peralta. ¿A dónde se fue Ricardo Peralta saliendo de Aduanas? Buscó refugió con su “amiga” Olga Sánchez Cordero en Gobernación. Ahí doña Olga lo colocó en una subsecretaría, muy cerquita de ella, sin importarle las denuncias que gobiernos estatales y hasta el sector público hicieran en contra de su pupilo.
¿Por qué proteger a un sujeto de esa calaña señora Olga? Se le advirtió en varias ocasiones. El gobernador de Tamaulipas Francisco Javier Cabeza de Baca lo acusó de malos manejos, lo mismo que el alcalde de Tijuana. Y qué decir del expediente que entregó Ricardo Ahued al presidente de México y de las denuncias en contra de varios jefes de Aduanas coludidos con Peralta.
Pero Olga no sólo lo protegió, lo acercó más a él y hasta estuvo a punto de cumplirle el caprichito de ser diputado federal en los comicios pasados, sólo que la reputación del sujeto pesó demasiado y mejor decidieron descartarlo y dejar que creara su propia asociación civil para que juntara firmas para que se validara la consulta de revocación ante el INE.
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