Recientemente Pedro Carlos Briseño Ceballos fue nombrado encargado de la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial en nuestra entidad, pero desde que llegó no dejan de acumularse las quejas sobre este personaje que al parecer ha sido exiliado de dos estados por darle prioridad a sus ambiciones personales y económicas. Al parecer sus graves limitaciones le impiden entender la importancia de procurar el dialogo y olvida que su nombramiento es para coordinar y estar al servicio de la comunidad educativa.
Ya son muy evidentes sus desplantes de funcionario déspota, misógino y prepotente, actitudes que reflejan la falta de oficio político para la búsqueda de acuerdos, tanto con sus propios subordinados, como con el gremio magisterial, esto necesariamente será una barrera para llegar a consensos. Quizá ante el Subsecretario de Educación Media Superior se presente como una oveja sumisa, y es por ello que su superior no le presta la atención para enseñarle lo básico de las relaciones humanas y manejo de personal, porque de lo contrario ya lo hubiera puesto en su lugar.
Quizás haya que valorar las razones de peso, que motivaron a su reubicación del estado de Oaxaca y Nuevo León al estado de Veracruz. Amparándose en un supuesto padrino el cual quisiéramos que se enterara de todas las tropelías que al estilo de cualquier mafiosillo está llevando a cabo este personaje.
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