Con la llegada de Delfina Gómez, el magisterio creyó que estarían bien representados y que la Secretaria de Educación Pública (SEP), tomaría buen rumbo. Su profesión como maestra, parecía su mejor carta de recomendación. Sin embargo, cuando se suponía que las clases presenciales serían la norma, debido a los pocos contagios de Covid-19, la SEP suprime el Programa de Escuelas de Tiempo Completo, dando con ello un duro golpe a los más pobres. Con esta medida el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pretende ahorrar, 12,000 millones de pesos. No obstante se afectará a 3.6 millones de niños y jóvenes de escasos recursos.
Cabe señalar que este programa nace en el 2007, bajo el auspicio del gobierno de Felipe Calderón, y debido al impacto positivo en las familias de escasos recursos, el Banco Mundial y la UNICEF, lo adoptaron como modelo para otros países. Por lo pronto sería bueno saber a dónde irá ese dinero. Esteban Moctezuma, antecesor de la actual secretaria, creía que el programa resultaba exitoso, y que debería permanecer, ya que 27,000 planteles en todo el país resultaban beneficiados.
Por cierto, muchos se han preguntado porque el SNTE, quien se ufana de defender los derechos laborales, no ha levantado una protesta enérgica para defender a los maestros que laboran en estas escuelas que fueron afectadas.
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