Y es que, de acuerdo a La Opinión, los causantes de esta terrible masacre fueron los Hades, una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Se dice que Salvador Reséndiz Hernández, encargado de controlar el trasiego de drogas y robo de combustible en Querétaro, se infiltro en la barra atlista y ahí mismo se topó con el Beto, un líder criminal aficionado del Querétaro con el que tiene pleito por el control de la plaza.
Al verse de frente, tanto sicarios del CJNG como del Beto se golpearon a más no poder y ambos aficionados de los equipos se unieron a la campal. De igual forma se cree que Salvador Reséndiz Hernández, alías el Rex, también controla la barra 51 del Atlas y que de ahí saca a jóvenes para convertirlos en sicarios.