«Yo no voy a callar nada y les voy a decir todo lo que sé. A donde voltearas había sangre, en el canal habían personas tiradas. Veías la sangre. En los pasillos se veían las marcas de arrastre y me cuesta, no puedo ni dormir. Llegué a mi casa llorando porque es lo que me tocó ver», comentó el elemento de seguridad del estadio en un podcast de YouTube.
En este mismo sentido, el guardia de seguridad comentó que la policía de Querétaro no llegó rápido, si no que gran parte de la pelea la vivieron solos. Y que, además, ellos no tenían armas o algo con que calmar a las masas, el único que tenía bastón retráctil era el jefe, el dueño de la empresa de seguridad privada.