Los gobernadores en México forman parte de un complicado juego de ajedrez político, éstos en ocasiones son utilizados o más bien usados por el dueño del tablero. En el caso de Cuitláhuac García, éste fue utilizado por Andrés Manuel López Obrador como parapeto y así tener a un gobernador a modo. No importaba que este no tuviera carrera política o las tablas suficientes, tampoco importó que no tuviera carisma ni elocuencia verbal, ni que no pudiera hilvanar dos ideas, el asunto era contar con alguien maleable y moldeable, alguien que obedeciera sin chistar.
Sin embargo, la jugada ha cambiado y el presidente se ha visto obligado a sacrificar peones y alfiles y, en ocasiones, hacer enroques cortos y largos. Ahora el presidente ve conveniente usar otra pieza en el tablero de la 4T, ahora será el tiempo de usar al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna.
Éste vino a mostrar músculo en días anteriores, dejando con un palmo de narices a Cuitláhuac Gracia y a la mismísima Rocío Nahle. Ahora, el de Macuspana, Tabasco lo usa para poner un freno al veto que le impuso el INE para promover la Consulta de Revocación de Mandato. Con 218 votos de Morena y aliados avalaron que la consulta no se considere propaganda. Ni hablar, como dice el dicho: «Jarrito nuevo donde te pondré».
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