Los exquisitos miembros del Equipo Político de la Sección 32 del SNTE en Veracruz, se quedaron atrapados en las viejas maneras de hacer política que les dejó El Señor de los botines. El maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo era el que daba el voto de calidad para seleccionar al ungido que sería el secretario de la 32. Con tres meses de anticipación, el caldo gordo ya estaba hecho, así pasó con Lupe, Tavo, Alfonso, Fernando, Lino el voraz Gaudencio y Lacho. Sin embargo, los tiempos han cambiado, ahora los maestros esperan estar bien informados y al parecer el Comité Ejecutivo Estatal de la Sección 32 no ha comprendido que esas formas anquilosadas que usaban en antaño ya no funcionan.
Es bien sabido que esperan soltar el nombre de quien venga a ocupar las chanclas de Lázaro Medina, hasta el último momento, de esa manera los cuatro o cinco desencantados no tendrán tiempo de trabajar para otros candidatos. O al menos eso es lo que ellos creen. ¿Tendrán el valor de poner a una mujer como Lidia Lizbeth Castro Morales? O seguirá insistiendo Lázaro Medina en impulsar Tirso Ánimas, o acaso le estarán apostando a Francisco Javier Carretero Villanueva, quien por cierto tiene información privilegiada del tejemaneje de los dineros de la Sección 32.
Lo cierto es que, el ungido de la 32 tradicionalmente es aquel que casi no asoma la cabeza, es el que, si antes no saludaba, ahora lo hace con una sonrisa a flor de piel, él es el que evita ser fotografiado y no quiere llamar la atención a su persona. De modo que la moneda está en el aire y los miembros del Equipo Político deberán entender que los tiempos han cambiado, allá ellos si quieren vivir de recuerdos y si quieren seguir manejando maneras de hacer política sindical del siglo pasado.
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