El pasado 4 de marzo un cohete de 3 toneladas se estrelló contra la Luna provocando un cráter de al menos 20 metros de diámetro. Se sabe que la nave que chocó se había abandonado hace siete años, pero nunca se consideró una amenaza. Fue hasta hace unas semanas que se observó que el cohete se estrellaría contra nuestro satélite natural, dejando una nueva marca eterna sobre su superficie. Debido a las confusiones iniciales que se tenía sobre la identidad de la nave, se le llamó el “cohete rebelde”.
Esta es la primera coalición accidental que se registra en toda la historia. Hasta el momento se desconoce quien lanzó la nave al espacio, con qué intención y desde donde viene. Aunque inicialmente se creyó que había sido China quien envió el cohete, más tarde dijeron públicamente que ellos no eran los dueños de la nave.
Tras lo sucedido, se inculpó a la empresa de Elon Musk por contaminar el espacio exterior una vez más. Esto pues ya se ha hablado de la cantidad de basura espacial que ha creado con su nuevo proyecto Space X. A raíz de la colisión del cohete contra la Luna, la Agencia Espacial Europea aseguró que existen al menos 36 mil 500 piezas de basura espacial mayores a 10 centímetros orbitando alrededor de la Tierra
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