Ah, pero en el gobierno de López Obrador no hay influyentismo, eso ya quedó en el pasado porque «nosotros no somos iguales» dice el presidente. Sin embargo, ya vimos que varios de los compañeros de colegio de Andy, el hijo de López Obrador, están en puestos relevantes en diferentes dependencias. Pero no sólo los hijos de López Obrador llevan a cabo estas recomendaciones. También doma Beatriz Gutiérrez Müller, quien estuvo detrás de la recomendación de Pedro Salmerón para la embajada de México en Panamá, tiro que le falló dados los antecedentes de acoso del dipsómano historiador.
Por capricho de doña Bety México entró en un conflicto y distanciamiento con el gobierno de Panamá. Ahora la señora recomienda, en los momentos en que Rusia se bate en duelo con Ucrania y contra toda Europa, a Eduardo Villegas, quien de diplomático tiene lo que Cuauhtémoc Blanco de gobernador.
Eduardo Villegas es filósofo de profesión, pero no sólo eso, sino que además es empleado de Gutiérrez Müeller en la coordinación de la Memoria Histórica y Cultural de México. Ah, pero dicen, «nosotros somos distintos, no somos iguales a ellos». No son iguales, son peores.
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