Ipso facto el gobernador asegura que su secretario de Gobierno es una blanca palomita; pero en el caso de sus adversarios, viola la presunción de inocencia

Cuitláhuac García JIménez y Éric Patrocinio Cisneros Burgos (el Bola 8) FOTO: WEB

Sobre la alcaldesa de Alvarado el gobernador Cuitláhuac García dijo que la señora se había reunido con grupos del crimen organizado; sobre los 6 jóvenes detenidos por ultrajes a la autoridad, el gobernador los llamó delincuentes; a los abogados de Veracruz los acusó de defender delincuentes; a Sarah Landa la increpó señalándola de ponerse del lado de los que protegen delincuentes; a Franco Castán lo puso como ejemplo de ser un golpeador de mujeres. Así es el gobernador de Veracruz, famoso en todo el país por la manera como viola la presunción de inocencia de los demás.

Sin embargo, cuando se trata de su secretario de Gobierno, ese que lo tiene agarrado de las partes nobles por quién sabe que oscuro secreto, no hay delito que perseguir, ningún delito que suponer. Una vez que se atrapó al supuesto “sobrino” de Éric Cisneros Burgos, ese que lo acusó de estar coludido con el crimen organizado, el gobernador, como si fuera el tutor del Bola 8, como si él respondiera por sus pecados, de inmediato, antes de la investigación siquiera, salió a decir que «se demuestra la falsedad del video que trató de involucrar al secretario de Gobierno, Eric Cisneros, con el crimen organizado».

Todavía ni interrogaban al supuesto sobrino, pero como si fuera un Miércoles de Ceniza, el gobernador le puso una cruz en la frente a su querido secretario de Gobierno.

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