Desde 1999 la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, se ha ido expandiendo hasta tocar las puertas de Rusia. Señala un diccionario en línea: «En 1999, Polonia, Hungría y la República Checa se unieron a la organización, en medio de un gran debate dentro de la misma y la oposición de Rusia. Otra expansión llegó con la adhesión de siete países de Europa central y oriental: Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia. Estas naciones fueron las primeras invitadas para comenzar las conversaciones de afiliación durante la cumbre de Praga del 2002, y se unieron a la OTAN poco antes de la cumbre de Estambul del 2004. Los nuevos miembros más recientes, Albania y Croacia, se unieron el 1 de abril del 2009, antes de la cumbre de Estrasburgo-Kehl de 2009».
A la OTAN poco o nada le han importado los reclamos de Rusia, pero esta vez, ante lo que parecía la inminente adhesión de Ucrania a la OTAN, Rusia reaccionó militarmente. Es más, en medio de la invasión a Ucrania Rusia se da tiempo para amenazar a Suecia y a Finlandia.
María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso ha declarado: «Es evidente que el ingreso de Finlandia y Suecia en la OTAN, que es ante todo un bloque militar, tendría graves consecuencias político-militares, que requerirían una respuesta de nuestro país». Al parecer es contra la OTAN y sus bases militares en las puertas del territorio ruso contra lo que está Putin.
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