¿Quién fue el de la idea de las mañaneras? Pues el presidente López Obrador que buscaba un pedestal para que los mexicanos lo adoraran. Es desgastante escuchar todos los días al presidente de México, sobre todo si se la pasa diciendo que él es honesto, que no es como los demás, que en su gobierno ya se desterró la corrupción, el nepotismo e influyentismo. Además, ya hartó el presidente con sus bravatas, con sus embestidas en contra de todo aquel que no esté de acuerdo con su forma de gobernar. Pero no sólo los mexicanos están hartos, también el presidente ya se cansó. Pensó que todo mundo le iba a rendir pleitesía, sin embargo, no se esperaba con que por ahí habrían de descubrir la corrupción en su familia, en sus hijos, en sus hermanos.
En algún momento, golpeado por la realidad, atragantado por su incongruencia, el presidente López Obrador hasta se puso a llorar. Tal vez por ello, cuando se puso a hacer un recuento de sus campañas políticas declaró: «Siempre he dicho que el poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás, estuve a punto, de decir voy a seguir peleando como dirigente, no vuelvo a ser candidato a nada. Fue un borrador y pensé: ‘van a hacer fiesta’ (la oposición) y todavía puedo hacer algo, no me siento insustituible y entonces ya no leí la carta en el Zócalo y seguí adelante. Ya conocen ustedes la historia reciente, pero sí, ya no puedo más, cierro mi ciclo y me retiro».
Señor presidente, si en una de esas se siente muy cansado, pues ya de una vez, no se fatigue más, dimita en este 2022, muchos mexicanos se lo agradecerán.
“Ya no puedo más, cierro mi ciclo y me retiro”, aseguró el presidente López Obrador durante el segundo día de recorrido por las oficinas y salas históricas de Palacio Nacional
(VIDEO: @Radio_Formula / Israel Aldave) pic.twitter.com/6YdlWcRPIK
— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) February 24, 2022
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