San Andrés de Macuspana se cae de su pedestal, el culpable de su caída fue su primogénito, quien se dejó seducir por el atractivo del lujo y las riquezas. Su figura monástica fue abollada por una investigación que derrumbó su doctrina de austeridad. Hoy al presidente le gana la emoción y se deja ver como un padre que protege al hijo a pesar de que éste sea un bribón de primera. Total, para esos están los padres, para cuidar y mimar a la simiente. Lo cierto es que el gobierno del presidente López Obrador está pasando por su peor crisis; además, dentro de su partido hay una fuerte división, en gran parte ocasionada por el propio presidente.
La situación tan poco es muy optimista en el Congreso Federal ni en Senado de la República, donde el 50 por ciento de los senadores buscaba desconocer la coordinación de Ricardo Monreal. Hoy el presidente vende a los mexicanos unas lágrimas de cocodrilo, tratando victimizarse para que su horda de seguidores siga linchando al enemigo vencer, a saber, Carlos Loret de Mola. Por tal razón, no nos extrañe que los seguidores del presidente eleven sus plegarias de apoyo de la siguiente manera:
«San Andrés de Macuspana, padre bueno, padre santo, tú que eres en los cielos muy querido por Dios y en la tierra admirado y venerado por nosotros los chairos, dirige desde las alturas tu mirada compasiva y tiéndenos tus caritativas y amables manos, para que nunca nos falten las becas del Bienestar; guía nuestros pasos por el camino de la paz y mantente alejado del inicuo Loret de Mola, que se ensaña con manchar el camino puro de la 4T». Oración Chaira a San Andrés de Macuspana.
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