Algunas contradicciones han surgido a partir del reportaje sobre la casa que un ejecutivo de Baker Hughes le “rentó” a José Ramón López Beltrán y su esposa Carolyn Adams. En el reportaje de Latinus y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, no se habla de una renta, sino que la casa del ejecutivo fue prestada al hijo de AMLO para que viviera en ella. Keith Schilling, queriendo desligarse de cualquier ilegalidad, ha dicho que una inmobiliaria a su nombre fue la encargada del contrato de arrendamiento, por ello se atreve a decir que él no sabía quién era su inquilino.
Pero la empresa inmobiliaria sí debió investigar e informar, porque es no sólo costumbre, sino parte del trabajo de la inmobiliaria enterarse bien de la solvencia de las personas a quienes se arrienda una propiedad. Y uno se pregunta, ¿cuánto cuesta la renta de una casa de un millón de dólares en Houston? ¿Cuánto pagaba el hijo de AMLO por vivir en semejante residencia? Y lo que es más, ¿de dónde sacaba para la renta mensual?
De acuerdo con la cotización de esa zona, la renta de una casa como esa es de 6 mil 187 dólares mensuales, equivalente a unos 127 mil pesos mensuales. Ese monto equivale a más de lo que gana Andrés Manuel López Obrador como presidente de México. ¿De dónde salía el dinero para pagar esa renta? Aunque lo que se piensa es que ni López Beltrán ni Carolyn Adams pagaban un centavo, pues los favores a Baker Hughes compensaban con creces esos 127 mil pesos mensuales de renta.
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