Y es que ha sido muy cuestionable la postura de los senadores que a ultranza han defendido al gobernador veracruzano, en lugar de dar la cara por las víctimas del delito de ultrajes a la autoridad. Al menos los senadores de Movimiento Ciudadano, partido que critica el autoritarismo en Veracruz, han sabido capitalizar el tema en los medios de comunicación, quedando como defensores de las víctimas.
Lo cierto es que, a los senadores de Morena, les puede salir más caro el caldo que las albóndigas, ya que el desgaste por defender lo indefendible, les puede dar una sorpresa en las elecciones que se avecinan. Y todo por pagar los platos rotos, de un gobernador sumamente crecido por una lealtad convenenciera del amo y señor de la 4T.