Dicen que cuando el rio suena, es que algo lleva. Se sabe que después del tiro que se aventaron los senadores duros, identificados con el proyecto de Claudia Sheinbaum, contra el grupo de senadores, entre ellos, Dante Delgado, Indira Rosales, Verónica Delgadillo, Beatriz Paredes, Jorge Carlos Ramírez Marín y Emilio Álvarez Icaza, quienes buscan la libertad de José Manuel del Río Virgen, los senadores morenistas han evaluado, si en verdad valió la pena defender al gobernador Cuitláhuac García.
Y es que ha sido muy cuestionable la postura de los senadores que a ultranza han defendido al gobernador veracruzano, en lugar de dar la cara por las víctimas del delito de ultrajes a la autoridad. Al menos los senadores de Movimiento Ciudadano, partido que critica el autoritarismo en Veracruz, han sabido capitalizar el tema en los medios de comunicación, quedando como defensores de las víctimas.
Lo cierto es que, a los senadores de Morena, les puede salir más caro el caldo que las albóndigas, ya que el desgaste por defender lo indefendible, les puede dar una sorpresa en las elecciones que se avecinan. Y todo por pagar los platos rotos, de un gobernador sumamente crecido por una lealtad convenenciera del amo y señor de la 4T.
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