El fuerte enfrentamiento de declaraciones en el Senado de la República por la desaparición de la Comisión Especial en Veracruz, misma que buscaba documentar las violaciones de los derechos humanos de cientos de veracruzanos, acusados indebidamente por el mamotreto jurídico llamado ultrajes a la autoridad, sólo refleja la descomposición de un estado donde los derechos humanos son violentados todos los días en Veracruz.
La terquedad del secretario de Gobierno y del propio gobernador por tener a la mano una herramienta jurídica para golpear y castigar a los enemigos de la 4T, los ha colocado como violadores de los derechos constitucionales de los veracruzanos. A todas luces ha quedado demostrada su ilegalidad y, por lo tanto, Veracruz queda a nivel nacional como un estado donde se violentan los derechos ciudadanos.
La actitud beligerante y dimensionada del Ejecutivo estatal, sólo exhibe su desconocimiento de la ley, sus declaraciones viscerales sólo lo desnudan ante los ocho millones de veracruzanos y lo deja como un fuerte candidato para que, a futuro, pase a ser un huésped distinguido del penal de Pacho Viejo. Y es que, los señores que hoy ostentan el poder no deben de olvidar la máxima que dice: «Los carniceros de hoy, serán las reses de mañana».
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