Para eso quería Gómez Cazarín que su padre fuera alcalde de Hueyapan, para administrar el terror y el cobro de piso

Juan Javier Gómez Cazarín y su padre, el alcalde de Hueyapan de Ocampo FOTO: WEB

Desde el sur de Veracruz el periodista Ignacio Carvajal hace eco del sentir de los pobladores de Hueyapan de Ocampo, tierra del presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Javier Gómez Cazarín, quien consiguió poner a su señor padre como alcalde de ese municipio. Señala el periodista: «La población en Hueyapan de Ocampo vive una de las peores etapas de terror y zozobra que se hayan vivido en últimas fechas. No se recuerda tanto miedo y terror desde que los Zetas hicieron de esos rumbos, una sucursal del infierno.

»Pues lo que se vive hoy en Hueyapan, sus pueblos, caminos y brechas, está cerca de aquella época que pensábamos se había ido para no regresar. Pero no, hombres armados se pasean por los rumbos a plena luz del día, disparan contra personas, vehículos, hay cobro de cuota, amenazas, incluso, se habla de que actualmente, ahí es refugio de conocidos delincuentes que constantemente salen a otros municipios para cometer delitos, y regresan al pueblo muy tranquilos aprovechando todo el sistema de brechas y carreteras estatales que conectan con la cabecera y la zona serrana».

Lo que vuelve más grave esta situación es que las autoridades municipales dejan que estos grupos de delincuentes actúen a sus anchas, como si tuvieran permiso para armar tanto desmadre. ¿Permiso de quién?

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