»Pues lo que se vive hoy en Hueyapan, sus pueblos, caminos y brechas, está cerca de aquella época que pensábamos se había ido para no regresar. Pero no, hombres armados se pasean por los rumbos a plena luz del día, disparan contra personas, vehículos, hay cobro de cuota, amenazas, incluso, se habla de que actualmente, ahí es refugio de conocidos delincuentes que constantemente salen a otros municipios para cometer delitos, y regresan al pueblo muy tranquilos aprovechando todo el sistema de brechas y carreteras estatales que conectan con la cabecera y la zona serrana».
Lo que vuelve más grave esta situación es que las autoridades municipales dejan que estos grupos de delincuentes actúen a sus anchas, como si tuvieran permiso para armar tanto desmadre. ¿Permiso de quién?