Una de las terribles decepciones que muchos hemos sufrido es darnos cuenta que personas, a quienes considerábamos inteligentes y sensibles, terminaron convirtiéndose en chairos descerebrados. Una poeta de mucha cultura alguna vez le dijo a un periodista que Proceso era una revista chayotera, sólo porque empezaba a criticar las acciones de López Obrador. «Ya nos golpearon mucho, ahora nos toca a nosotros», decía impetuosa.
Otros hemos visto a maestros universitarios de más de 70 años que ahora tuitean apologías presidenciales, como adolescentes irresponsables, mostrando una lamentable involución, tan decadente que da lástima. Pero poco a poco la realidad ha ido silenciando a los chairos en las redes sociales, pues careciendo de argumentos, sólo les quedan rebuznos como el siguiente.
Comentando sobre la respuesta del presidente López Obrador al escándalo sobre las casas en Houston de su hijo mayor y su nuera, uno de esos chairos anotó: «No seas envidioso. Amigo prianista ya se les acabó a ustedes ya deja que mamen otros. Pasa por tu frutsi y tu torta para que no se te olvide lo que te daba el prianismo». ¿Es todo lo que tienen? ¿Es lo más que se les puede ocurrir en su defensa?
Comentarios