El destape que no es destape de Rocío Nahle, ocurrido el día sábado de esta semana que se fue, forma parte de la lucha por el poder dentro de la 4T, sobre todo por los que representa gobernar el estado de Veracruz. Si bien es cierto que Cuitláhuac García ha dejado mucho que desear cómo gobernante, Morena está bien agarrado en la mayoría de los municipios de la entidad. Pese a que la encargada de la Secretaría de Energía nació en el estado de Zacatecas, su trayectoria política la ha desarrollado en Veracruz y, por eso, la misma Nahle se siente y se considera con derecho de gobernar a los veracruzanos.
La secretaria de Energía nació en Río Grande, Zacatecas en 1965, es ingeniera química con especialidad en Petroquímica por la Universidad Autónoma de Zacatecas, pero ha crecido políticamente bajo la sombra del propio López Obrador, aún se recuerda que, durante la conferencia matutina, el primer mandatario la destapó como corcholata presidenciable. De ahí en adelante, Rocío Nahle se ha tomado muy a pecho ese espaldarazo.
Sin embargo, hay factores que Rocío Nahle debe tomar en cuenta si es que quiere ser gobernadora de Veracruz, su desbordado optimismo no debe nublar su entendimiento y tampoco debe de olvidar que, cuando hizo campaña para ser senadora, fue acompañada en la fórmula por Ricardo Ahued, de modo que el mérito no fue exclusivo de ella. Además, aún falta saber, de aquí al 2024, cuáles serán las pretensiones del actual alcalde de la capital del estado. De modo que, hay que disimular un poquito las ansias.
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