Rocío Barberá es un ejemplo de valor y fuerza de voluntad. Esta mujer de 32 años fue perdiendo poco a poco a su familia por causa del covid-19. En abril de 2021, durante la segunda ola de la pandemia en Chile, Rocío perdió a sus padres; primero fue su madre y a los pocos días fue su padre los que perdieron la batalla contra el coronavirus. En noviembre de ese mismo año su hijo de 12 años, quien padecía una lesión cerebral murió también por el coronavirus. «De vivir con ellos tres, que eran mi razón de existir, quedé sola, fueron tres golpes muy duros, difíciles de sobrellevar; sentí que ya no tenía por quién seguir luchando».
¿Qué iba a hacer esta joven mujer si había perdido a quienes la motivaban para vivir? Rocío recordó que tenía que pasar su último examen para titularse como educadora y fue que se dispuso a preparase para pasar ese examen. El 17 de diciembre Rocío Barberá pasó el último examen para obtener su título como maestra; una meta conseguida a pesar de la adversidad.
«Sigo mirando al futuro en honor a mis padres que me dieron la vida y a mi hijo que me regaló 12 hermosos años», dice Rocío, quien se ha enfrentado a pruebas duras y las ha superado.
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