Tras el nacimiento del menor, montones de personas acuden al hospital Sadar para poder visitar al bebé. Las enfermeras acomodaron al recién nacido entre cobijas y en un lugar especial del nosocomio, donde hasta los médicos acuden para tomarse fotos con el menor. Por el momento no se ha dado mucha información sobre el infante, pues las personas ni siquiera saben el sexo del bebé.
Aunque las personas han insistido en un milagro de la religión, los médicos ya han salido a confirmar que esto sucedió por complicaciones durante el embarazo. Este tipo de casos no son tan extraños en medio oriente, uno de los casos más recientes y populares fue el de una niña de seis años que nació con dos narices y una trompa.