El mismo gobernador, junto con su secretario de Gobierno y su fiscal espuria, en contubernio con el Poder Judicial, usaron este delito para aprehender a algunos de sus enemigos políticos. La recomendación de la CNDH de derogar el delito ultrajes a la autoridad, se hizo con el fin de «prevenir nuevas violaciones a los derechos humanos en beneficio de la población residente o que transita en la jurisdicción de esa entidad».
La autoridad, incluyendo al Ejecutivo, estaban haciendo mal uso de este delito, tanto fue el abuso que el gobierno de Veracruz y su gobernador fueron calificados como represores. Entonces, ¿cómo se atreven esos periodistas chayoteros a endilgarle al gobernador la iniciativa de derogar este delito? Si por Cuitláhuac García fuera, él metería a la cárcel a cualquiera que le dijera estulto.