La guerra de lodo contra Ricardo Monreal ha comenzado, desde luego que no se requiere ser un agudo analista político para saber que ésta es orquestada por los seguidores de Claudia Sheinbaum, los mismos que le vendieron la idea al presidente de que por culpa del senador se perdieron nueve de las 16 alcaldías en la Ciudad de México. Una guerra que busca desgastar al coordinador de los senadores de Morena en la Cámara Alta. Un canibalismo primitivo, muy semejante al que vivió el PRD antes de su achicamiento político.
Bertha Luján Uranga, Martí Batres y el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García, entre otros, son parte del grupo de la mandataria de la Ciudad de México, que buscará descarrilar la candidatura del zacatecano. Ellos son los radicales de Morena, los mismos que se sienten dueños absolutos de la 4T.
Desde luego que este grupo crece y se sienten casi-casi la Santísima Inquisición dentro de Morena, ya que no permiten ninguna crítica contra su sensei político, él mismo les ha mandado la señal de quemar con leña verde a todo aquel que ose atreverse a contradecirlo. Sin embargo, no deben olvidar que ese acto de alimentarse con miembros de su propia especie, también los puede desgastar a ellos y pueden llegar a cometer el error de victimizar a un contrincante que les puede dar la sorpresa.
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